“Conforme al Protocolo I adicional a los Convenios de Ginebra de 1949, la lucha armada de un pueblo bajo la ocupación extranjera o bajo el régimen del apartheid para obtener su derecho a la autodeterminación, como conflicto armado internacional, está incluida en las normas y principios del derecho de la guerra. Desde este punto de vista, la Resistencia palestina es un movimiento de liberación y legítimo, no un grupo terrorista. Otro punto es que no existe lógica ni fundamento para asignar el derecho de legítima defensa al régimen ocupante [de Israel]”, explicó el miércoles Hosein Amir Abdolahian.
En su intervención en una reunión de funcionarios de las Naciones Unidas y jefes de organizaciones humanitarias en la ciudad suiza de Ginebra sobre los acontecimientos en curso en Gaza, el jefe de la Diplomacia iraní denunció que “el poder de las bombas y explosivos arrojados por Israel al enclave costero era tres veces mayor que el de la bomba nuclear que EE.UU. lanzó sobre Hiroshima en 1945”.
“El régimen ocupante insiste en violar flagrantemente el derecho internacional humanitario y cometer crímenes de guerra, genocidio y crímenes contra la humanidad”, criticó.
Hizo hincapié en que todos los Estados firmantes de los Convenios de Ginebra tienen la responsabilidad de prevenir y sancionar el delito del genocidio, así que pidió un compromiso firme para garantizar el cumplimiento de dichas normas y prevenir un “genocidio a gran escala” por Israel en el asediada Franja de Gaza.
“No deberíamos permitir que una entidad ocupante y de apartheid desafíe y se burle de la dignidad y credibilidad de los sistemas internacionales en materia de derechos humanitarios”, subrayó.
Amir Abdolahian dejó en claro que “la falta de atención a las continuas, evidentes e intensas violaciones de los derechos humanitarios por parte del régimen israelí asesta un golpe irreparable al principio del Estado de derecho y a la credibilidad del Derecho Internacional”.
Sus comentarios se produjeron mientras que la comunidad internacional sigue siendo incapaz de forzar a Israel a detener los bombardeos indiscriminados al enclave costero palestino que continúan por más de cinco semanas.
Al menos 11 500 personas, incluidos 4710 niños, han muerto en los ataques israelíes contra la asediada Franja de Gaza, mientras que otras 29 800 han resultado heridas, según el Ministerio de Salud de Gaza.
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