En declaraciones ofrecidas en un encuentro sostenido el lunes en Nueva York (EE.UU.) con el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, el presidente de Irán, Seyed Ebrahim Raisi, señaló que uno de los principales y deberes del organismo es atender a la solicitud de las naciones para la implementación de la justicia, la eliminación de la discriminación y la pobreza, así como establecer la seguridad sostenible.
Raisi subrayó que prevenir la exigencia excesiva y la hegemonía constituye una de las expectativas de los pueblos de esta organización y, al afirmar que el belicismo se ha convertido en la naturaleza de las potencias arrogantes, instó a la ONU a evitar estos peligrosos procedimientos que perturban la paz y la estabilidad en el mundo.
Al respecto, resaltó la preocupación de los países por el futuro político y social de Afganistán, Yemen y Siria, así como el separatismo en África, como el resultado de la exigencia excesiva de la arrogancia mundial, y recordó el importante papel que puede desempeñar la institución internacional para impedir la opresión de los pueblos de estos países.
Al respecto, Raisi puso de relieve la disposición de Irán a participar en la expansión de la paz y la seguridad en el mundo y en la prevención de la opresión de las naciones.
El mandatario también pidió a Guterres perseguir las noticias relacionadas con Irán por fuentes fidedignas y directamente desde el país persa, aduciendo que los medios de comunicación bajo la influencia del sistema dominante no ofrecen una imagen correcta de los acontecimientos en Irán.
De este modo, calificó la justicia de género en Irán y la atención que la República Islámica presta a los derechos de las mujeres como algo poco común en el mundo y destacó la valiosa presencia de mujeres y niñas iraníes en diversos campos científicos, deportivos, sociales y culturales como ejemplos de este asunto.
Guterres, por su parte, expresó el interés de las Naciones Unidas en desarrollar las cooperaciones con Irán, y saludó la evolución positiva en las relaciones entre Irán y Arabia Saudí, como dos países que influyen en la estabilidad de la región de Asia Occidental.
Además, apreció el papel constructivo de Irán en los acontecimientos en Yemen y destacó el apoyo de la ONU a las iniciativas de Irán para poner fin a la crisis en el país más pobre del mundo árabe.
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