• Irán condena las atrocidades saudíes
Publicada: jueves, 7 de enero de 2016 17:33

Continúan las protestas y críticas por la ejecución del clérigo chií el sheij Nimr Baqer al-Nimr. En Teherán se celebró una ceremonia para elogiar a este prominente personaje.

El imperialismo internacional trata de acabar con el despertar islámico eliminando a personajes influyentes, aseguró el fiscal general de Irán, Ibrahim Raisi. Habló justamente de la ejecución del sheij Nimr Baqer al-Nimr por el régimen de Arabia Saudí, y el ataque contra los musulmanes en Nigeria y su líder, el sheij Ibrahim al-Zakzaky.

El discurso de Raisi tuvo lugar en una ceremonia para elogiar al sheij Al-Nimr en la Universidad del Mártir Motahari en Teherán, la capital persa.

La ejecución del sheij Al-Nimr provocó fuertes críticas y condenas a nivel internacional, situación que motivó varias protestas en diversas partes del mundo, incluido Irán.

En los últimos 10 años, el sheij Al-Nimr fue arrestado varias veces por defender los derechos de los prisioneros y desobedecer a la familia real en Arabia Saudí. En 2014 fue condenado a muerte. Varios países y organizaciones internacionales advirtieron de las consecuencias de su ejecución.

El 2 de enero de 2016 el Ministerio del Interior de Arabia Saudí anunció la ejecución de 47 personas, incluido el sheij Al-Nimr. En diferentes partes del mundo condenaron las violaciones a los derechos humanos en Arabia Saudí.

Un día después, la Cancillería saudí rompió las relaciones diplomáticas y comerciales con Irán, tras las críticas iraníes a la ejecución del prominente clérigo chií.

Ya los expertos opinan que Arabia Saudí con tal decisión busca cubrir su política ineficaz durante el año pasado:
- La estampida durante la peregrinación de musulmanes en Mina, a las afueras de la ciudad saudí de La Meca, en septiembre que provocó miles de muertos.
-Su fracaso en el apoyo al terrorismo en Irak, Siria y Yemen.
-Y su esfuerzo para reducir el precio mundial del petróleo que le costó 100 mil millones de dólares de déficit presupuestario.

Samaneh Kachui, Teherán.

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