Al margen de la cumbre de cancilleres del Movimiento de Países No Alineados en Azerbaiyán, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Hosein Amir Abdolahian, se ha reunido este jueves con una delegación palestina, encabezada por su par palestino, Riyad al-Maliki, donde, además de condenar la reciente agresión israelí de dos días a Yenín, en el norte de la Cisjordania ocupada, ha subrayado la necesidad de medidas inmediatas y efectivas de la comunidad internacional, especialmente de las Naciones Unidas, para hacer frente a las prácticas inhumanas del régimen israelí.
En este encuentro, ha considerado la seriedad de la República Islámica en apoyar la Resistencia palestina contra las abusivas acciones de Israel como una necesidad inevitable en el camino de la realización de los derechos de la nación palestina.
Por su parte, Al-Maliki ha enfatizado que la entidad sionista no tiene línea roja alguna en su agresión y ataque al pueblo de Palestina, pues utilizando todas sus instalaciones y armas, lleva a cabo acciones criminales sin ninguna restricción.
Si tales hechos ocurren en cualquier otro lugar del mundo, enfrentarán reacciones internacionales muy graves; si bien no existe tal enfoque con respecto a Palestina, ha lamentado.
El ejército israelí lanzó el lunes y el martes una ofensiva a gran escala en la ciudad cisjordana de Yenín, y su campo de refugiados con el empleo de todo tipo de bombardeos aéreos y terrestres que dejaron al menos 12 palestinos muertos, niños incluidos, y 140 heridos.
Igualmente, las tropas del régimen sionista obligaron a cientos de familias palestinas en el campamento de refugiados de Yenín a abandonar sus hogares, amenazando con bombardearlos y atacarlos.
El martes, los militares israelíes comenzaron a retirarse de Yenín tras enfrentarse a una resistencia ejemplar de los combatientes palestinos. La retirada de fuerzas israelíes tuvo lugar sin lograr sus objetivos, según afirmó el diario israelí Haaretz.
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