La noche del domingo, el ejército de Israel, comenzó un violento enfrentamiento civil por tierra y aire, contra el campamento de Yenín, en el norte de la Cisjordania ocupada.
Según fuentes israelíes, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, y su gabinete habrían acordado esta incursión desde hace 10 días. Hasta el momento hay 9 mártires palestinos y decenas de heridos.
Ante esta situación, la Resistencia palestina declaró tener una dura y severa respuesta a estas agresiones.
En este operativo, el ejército israelí contó con la participación de más de mil soldados, entre ellos, tropas de combate y cuerpos de inteligencia, además de 200 mecanismos militares, aviones y tanques, lo que podría conllevar a una explosión en los territorios palestinos.
Según los analistas, el objetivo del primer ministro israelí es acabar con la crisis interna que amenaza su gabinete.
De hecho, Netanyahu quiere aniquilar el campamento de Yenín, ya que es el bastión de grupos armados palestinos que han ganado fuerza en el último año.
Esta agresión militar a gran escala por tierra y aire contra los palestinos, es la mayor ofensiva que se ha vivido en Yenín desde el año 2002. Un crimen atroz, que ha incrementado la ira de todos los palestinos.
Dada estas circunstancias, las facciones de acción nacional e islámica en Gaza, han organizado una masiva marcha en respaldo al pueblo de Yenín y a su heroica resistencia y en rechazo a la comisión de una nueva masacre.
Además, se condenó la operación militar, que se ha calificado como un crimen de guerra.
La Cisjordania ocupada vive su mayor pico de violencia desde la Segunda Intifada, y durante la primera mitad de este año. En efecto, más de 150 palestinos perdieron la vida en el marco del conflicto palestino-israelí.
Huda Hegazi, Gaza
glm/hnb
