Mediante un comunicado emitido este lunes, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán ha declarado que Teherán ha impuesto sanciones a individuos y entidades estadounidenses debido a “cometer actividades contra los derechos humanos, inferir en los asuntos internos de la República Islámica de Irán, promover la violencia y el desorden en Irán, incitar a actos terroristas, contrarrestar los esfuerzos y actividades de la República Islámica de Irán en la lucha contra el terrorismo, y finalmente aumentar la presión sobre la nación iraní, que es un ejemplo de terrorismo económico”.
Las personas sancionadas son:
- Michael Erik Kurilla, el general del Comando Central de Estados Unidos (Centcom)
- Gregory Guillot, comandante adjunto de Centcom
- Scott Desormics, comandante de la base aérea estadounidense en Erbil, Irak
- Juan Zarate, presidente del Centro del Poder Financiero y Económico de la Fundación Defensa de las Democracias (CEFP, en sus signas en inglés)
- Mark Wallace, director general del lobby antiraní de EE.UU. ‘Unidos Contra un Irán Nuclear’ (en inglés, UANI)
- Wally Adeyemo, subsecretario adjunto y ejecutivo del Tesoro de EE.UU.
- Alexis Grinko, comandante de la 9.ª División de la Fuerza Aérea
- Anne Neuberger, asesora de seguridad nacional del presidente de EE.UU. sobre tecnologías cibernéticas y emergentes
- Isaac Johnson, Comando de Asuntos Civiles y Operaciones Psicológicas del Ejército de EE.UU.
- Brian Nelson, Subsecretario de Inteligencia Financiera y Terrorismo del Departamento del Tesoro de EE.UU.
Las entidades sancionadas son:
- El llamado grupo Unidos Contra el Irán Nuclear (UANI, en inglés)
- La Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés)
- La 9.ª División de la Fuerza Aérea del Ejército de los Estados Unidos
- La Guardia Nacional de EE.UU.
Las sanciones incluyen la prohibición de otorgar visas y de la entrada en Irán y la confiscación de sus propiedades y activos en territorio iraní.
La Cancillería iraní ha resaltado que todas las instituciones y organismos del país persa, de acuerdo con las aprobaciones de las autoridades pertinentes, tomarán las medidas necesarias para implementar estas sanciones.
La administración de EE.UU. y sus aliados europeos han introducido en las últimas semanas medidas restrictivas contra varias personas y entidades iraníes alegando una represión de mano dura contra manifestantes en todo el país después de la muerte de la joven iraní bajo custodia policial Mahsa Amini.
Según el Ministerio de Inteligencia de Irán, Estados Unidos y el Reino Unido estuvieron “directamente” involucrados en los disturbios recientes, y que decenas de terroristas afiliados al régimen sionista de Israel y grupos antirrevolucionarios también han sido detenidos en los disturbios.
El Ministerio de Inteligencia de Irán y la Organización de Inteligencia del Cuerpo de Guardias de la Revolución Islámica (IRGC) emitieron el 28 de octubre un comunicado explicativo conjunto, señalando el papel principal de las agencias de espionaje extranjeras, especialmente la CIA, en la orquestación de los violentos disturbios en Irán en las últimas semanas.
A pesar de que un informe de la Medicina Forense de Irán concluyó que Amini falleció debido a una falla orgánica múltiple causada por hipoxia cerebral, y no por golpes en la cabeza, el Occidente, encabezado por EE.UU., ejerce una campaña de propaganda y desinformación para incitar a violencia, con el objetivo ulterior de desestabilizar el país persa.
El Gobierno iraní ve las huellas de EE.UU. y sus aliados occidentales y regionales en los disturbios, y cuestiona el doble rasero de Washington en los derechos humanos y le exige que “en lugar de derramar lágrimas de cocodrilo” por el pueblo iraní, “acabe con el terrorismo económico” que vive la nación.
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