Este jueves, la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) suspendió la participación de Rusia en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDHNU) debido a la operación militar que realiza el país euroasiático en Ucrania desde a finales de febrero. La resolución ha contado con 24 votos en contra y 58 abstenciones; Irán se encuentra entre los países que se opusieron a la iniciativa antirrusa.
Por su parte, el representante permanente de Irán ante las Naciones Unidas, Mayid Tajt Ravanchi, ha explicado que la República Islámica considera que la resolución tiene “intencionalidad política” que daña la imparcialidad de la ONU.
“El Gobierno iraní otorga gran importancia a la promoción y la protección de los derechos humanos, pero considera que el uso indebido del mecanismo de derechos humanos de la ONU con fines políticos contrasta con el principio de universalidad y el tratamiento no selectivo de las cuestiones de derechos humanos”, ha resaltado.
Tajt Ravanchi ha señalado que “los derechos humanos no deben ser víctimas de consideraciones políticas miopes”, enfatizando que el trabajo del Consejo de Derechos Humanos debe llevarse a cabo de manera apolítica y sin confrontación.
El Gobierno de la República Islámica, ha proseguido, reitera la necesidad de la solución pacífica de controversias sobre la base del derecho internacional y el pleno respeto de todas las partes a la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional.
El diplomático iraní, además ha hecho hincapié en que la soberanía y la integridad territorial de todos los países deben respetarse plenamente y debe garantizarse la seguridad de los civiles.
Moscú inició su operación militar especial en Ucrania el pasado 24 de febrero y ha dejado claro que su objetivo es la “desmilitarización” y la “desnazificación” de Kiev. Mientras tanto, los países occidentales, con Estados Unidos a la cabeza, acusan a Rusia de matar a los civiles en la ciudad ucraniana de Bucha; una acusación rechazada por parte de Moscú.
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