A iniciativa de Estados Unidos y sus aliados, la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha aprobado la suspensión de la participación de Rusia en el Consejo de Derechos Humanos.
Esta decisión se ha tomado tras las acusaciones contra los militares rusos de matar a civiles en Bucha, una ciudad ucraniana recién liberada a 37 kilómetros al noroeste de Kiev (capital), que fueron rechazadas repetidamente por Moscú.
La resolución ha sido aprobada con los votos a favor de 93 países, 24 en contra y 58 abstenciones. Entre los países latinoamericanos, Bolivia, Cuba y Nicaragua han votado contra la decisión, mientras que Brasil, El Salvador y México se han abstenido. Venezuela no ha votado. El resto de los países de la región han apoyado la decisión.
UN General Assembly suspends Russia from Human Rights Council
— ANI (@ANI) April 7, 2022
93 countries voted in favour of the draft resolution, 24 countries voted against it, 58 countries abstained pic.twitter.com/Glt34LrFOm
A este respecto, el representante de China en la ONU, Zhang Jun, cuyo país está entre los que no han respaldado la suspensión, llamó a investigar la masacre de civiles en Bucha antes de tomar la decisión.
“Cualquier acusación debe basarse en hechos. Antes de que se aclare una imagen completa, todas las partes deben actuar con moderación y evitar acusaciones infundadas”, instó el diplomático chino.
La noche del pasado sábado, una serie de imágenes gráficas de cadáveres de civiles tendidos en las calles de Bucha, circularon en las redes sociales. De inmediato, Ucrania responsabilizó a las fuerzas rusas de esta matanza.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia dejó claro el domingo que las fuerzas rusas habían abandonado Bucha el pasado 30 de marzo, mientras que las imágenes se divulgaron cuatro días después, cuando los miembros del Servicio de Seguridad de Ucrania y la televisión local llegaron a dicha localidad.
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