En su conferencia de prensa semanal, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Said Jatibzade, ha condenado, rotundamente, el incidente, registrado el domingo, en la red de distribución eléctrica del complejo nuclear Shahid Ahmadi Roshan, de la planta nuclear de Natanz, que, según varios informes, se debió a un ataque cibernético del servicio de inteligencia de Israel (el Mossad).
“Lo que sucedió en Natanz fue terrorismo nuclear en el territorio de la República Islámica de Irán”, ha enfatizado el alto funcionario persa, y advertido de que Teherán se reserva el derecho inherente, conforme al artículo 51 de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de adoptar todas las medidas necesarias contra este ataque y otros similares.
“Afortunadamente no hubo víctimas, pero ciertamente podría haber llevado a una catástrofe, que se catalogaría como un crimen de lesa humanidad, lo cual no es raro en la naturaleza gamberra del régimen sionista” ha agregado.
Condenando al régimen israelí por lo sucedido en Natanz, Jatibzade ha dejado claro que, ante el sabotaje en su centro nuclear, Teherán no se quedará con los brazos cruzados y se vengará del régimen de Tel Aviv “en el momento y lugar adecuado”.
En otra parte de sus declaraciones, Jatibzade ha indicado que, con el sabotaje en Natanz, Israel intentó, sin éxito, “vengarse de la paciencia del pueblo iraní en el curso de la eliminación de las sanciones” en su contra.
Asimismo, considera que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y otros entes internacionales deben alzar la voz ante estos actos hostiles, no solo para condenarlos, sino para garantizar que no vayan a ocurrir otra vez.
El incidente del domingo en Natanz ha coincidido con las conversaciones entre los representantes de Irán y las cinco potencias firmantes del acuerdo nuclear, que están en curso en Viena (Austria) para salvar el pacto y levantar las sanciones de EE.UU. contra el país persa.
Sin embargo, este tipo de ataques contra el sector nuclear iraní ya se han registrado antes. En 2020, se produjo un incendio en una sala de montaje de centrifugadoras avanzadas en Natanz y la autoría de este acto recayó sobre Israel.
Según varios análisis, el régimen de Tel Aviv, más preocupado que nunca por los avances de Irán en su programa pacífico de energía nuclear, ha recurrido a diferentes maniobras para descarrillarlo.
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