“Hoy, los países que habían impuesto sanciones a Irán admiten que la máxima presión y las amenazas no funcionaron y que fueron un error”, ha elogiado este martes el mandatario iraní en una reunión del Consejo Supremo de la Revolución Cultural.
Al respecto, Rohani ha explicado que, pese a que Irán enfrentó el año pasado días difíciles por las sanciones injustas y la pandemia del nuevo coronavirus, pudo manejar tanto el brote como las presiones y restricciones, mientras que países desarrollados, sin sanciones de por medio, tuvieron problemas en el suministro y la distribución de bienes.
“Contrariamente a las expectativas del enemigo, Irán no solo no se arrodilló ante las dificultades, sino que siguió avanzando y pasó los días difíciles”, ha aseverado el presidente.
Tras elogiar los logros de Irán en la producción de diversos equipos e instrumentos médicos y terapéuticos, Rohani ha recordado que el expresidente de Estados Unidos Donald Trump, en un supuesto gesto humanitario, anunció que iba a enviar cuatro ventiladores a Irán para ayudar ante la situación de la COVID-19, pero las autoridades iraníes le respondieron que no los necesitaban porque estaban exportando ventiladores.
“Hoy, gracias a los esfuerzos de los expertos nacionales, hemos alcanzado la autosuficiencia y estamos llegando a la etapa de producción masiva de la vacuna iraní contra el coronavirus”, ha destacado el presidente.
Desde finales de febrero de 2020, cuando se anunciaron los primeros casos de la COVID-19 en Irán, las empresas de tecnología médica y biotecnología procuraron diseñar y garantizar las necesidades del país en cuanto a la prevención, diagnóstico y tratamiento de los infectados.
Al respecto, los científicos iraníes han desarrollado tres vacunas contra la COVID-19, algunas de las cuales han probado su eficacia en un 90 por ciento de los casos.
El camino de Irán hacia la contención de la pandemia, no obstante, está minado por las dificultades que genera la campaña de restricciones de EE.UU., cuyos efectos recaen, en particular, sobre la población civil.
Efectivamente, las autoridades iraníes siguen alertando de que el régimen de sanciones estadounidense “constituye un obstáculo y una medida inhumana, que provoca sufrimiento y dolor” en la gente.
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