“La rodilla en el cuello es la política básica de la Administración estadounidense. Los Estados Unidos pusieron la rodilla en el cuello de la nación iraní durante años, pero nuestra querida nación rompió esta rodilla con su unidad nacional”, ha subrayado este miércoles Hasan Rohani.
Con estas palabras pronunciadas en una reunión del gabinete en Teherán, la capital persa, el jefe del Gobierno iraní ha hecho referencia al brutal asesinato de George Floyd, ciudadano afrodescendiente que murió asfixiado por un policía blanco en Mineápolis, el 25 de mayo.
El desarmado Floyd murió después de estar al menos 10 minutos boca abajo contra el suelo, mientras un policía lo inmovilizaba con una rodilla en el cuello. “No puedo respirar”, es la última palabra de la víctima que se ha convertido en el principal lema de los manifestantes que repudian el racismo endémico y la violencia policial en el país norteamericano.
Rohani ha destacado que gracias a la resistencia y unidad del pueblo iraní frente a las presiones estadounidenses, Washington “ya no tiene la rodilla para presionar a la nación persa”.
El presidente ha advertido que EE.UU. está tramando un nuevo complot contra la nación iraní, apuntando esta vez al poder defensivo de Irán. “Nuestra expectativa es que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) haga frente a la conspiración de Estados Unidos”, ha dicho Rohani, asegurando que Rusia y China apoyarán a Teherán.
Transcurridos dos años desde que Washington se retiró del acuerdo nuclear suscrito en 2015 entre Irán y el Grupo 5+1 (formado entonces por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), ahora busca presionar al CSNU a fin de que extienda las sanciones de armas a Irán que, en virtud de la resolución 2231 que aprueba el pacto, expirará el próximo 18 de octubre.
Rusia y China, dos miembros permanentes del CSNU, han rechazado el plan de EE.UU., argumentando que éste no tiene derecho a extender el embargo de armas a Irán, porque ya no es un signatario del pacto nuclear.
Informes de los medios de comunicación locales, incluido CNN, indican que Washington, al parecer, no contará ni siquiera con el apoyo de sus aliados en el CSNU en su iniciativa antiraní.
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