“El año 98 fue un año duro y las dificultades del pueblo no fueron pocas, pero pese a los sufrimientos, ha cosechado varios logros, algunos de los cuales sin precedentes. La nación iraní ha brillado, en el verdadero sentido de la palabra”, ha indicado este viernes el ayatolá Seyed Ali Jamenei en un mensaje televisado con motivo del Año Nuevo persa (Noruz).
El Líder iraní ha visto el año 98 como un ciclo lleno de agitaciones, pues comenzó con inundaciones y terremotos, y terminó con el nuevo coronavirus, conocido como COVID-19. También se ha referido al asesinato del teniente general Qasem Soleimani, el comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán; del que fungiera como subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, y de sus compañeros, que cayeron mártires en Irak a manos de EE.UU.
Asimismo, ha destacado la solidaridad de la que hicieron gala los iraníes, que acudieron a las ciudades y aldeas afectadas por las lluvias torrenciales y protagonizaron “escenarios hermosos” de ayuda a los compatriotas damnificados por estos terribles sucesos, aliviando su dolor.
En otra parte de sus declaraciones, ha recalcado la multitudinaria participación del pueblo iraní en los funerales del teniente general Soleimani en las ciudades de Teherán (capital), Qom (centro), Ahvaz (suroeste), Isfahán (centro), Mashad (noreste), Tabriz (noroeste) y Kermán (sureste), la ciudad natal del alto estratega militar, donde sus restos mortales reposarán por toda la eternidad.
De igual modo, ha aprovechado la ocasión para felicitar y ofrecer sus condolencias a las respetadas familias de los mártires que sacrificaron sus vidas defendiendo las fronteras del país, los santuarios sagrados para los musulmanes y el bienestar de los iraníes.
A pesar de estas tragedias, el Líder iraní se ha manifestado convencido de que todo terminará beneficiando a la nación persa.
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