En una entrevista concedida a la emisora de radio estadounidense NPR, emitida este viernes, el máximo diplomático persa ha asegurado que Irán no busca presionar a EE.UU. en el Golfo Pérsico.
“No pretendemos presionar a nadie. Somos un país importante a la hora de proveer seguridad en esta área debido a los 1500 kilómetros de fronteras que tenemos a lo largo de las costas del Golfo Pérsico. Somos el país más poderoso de la zona y, sin nosotros, ustedes no tendrán seguridad allí”, ha subrayado Zarif.
El ministro persa de Exteriores ha advertido que, en caso de que EE.UU. comience una guerra contra Irán, no podrá finalizarla porque el país persa se defenderá con firmeza ante cualquier agresión.
“EE.UU. podría iniciar una confrontación armada contra Irán, pero no podrá terminarla. Esta es una realidad histórica”, ha apostillado Zarif.
EE.UU. podría iniciar una confrontación armada contra Irán, pero no podrá terminarla. Esta es una realidad histórica”, ha apostillado el canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif.
El aumento del número de efectivos estadounidenses en el Golfo Pérsico ha agudizado las tensiones entre Irán y EE.UU. Teherán dice que la presencia militar norteamericana en el área no ayuda a la seguridad y alerta de que ello, más bien, eleva la posibilidad de que estalle un conflicto no deseado.
Los iraníes ya no confían en EE.UU. ni en Europa
En otro momento de la entrevista, Zarif ha dicho que el pueblo iraní ya no anhela comunicarse con la comunidad internacional debido a la profunda desconfianza que siente hacia EE.UU. y Europa: primero, por violar un acuerdo multilateral sobre el programa nuclear iraní y, segundo, por no contrarrestar las sanciones estadounidenses reimpuestas a Teherán.
El jefe de la Diplomacia persa ha dicho que la opción que le queda a Teherán es resistir ante las presiones y sanciones de EE.UU. “Actualmente, nuestra economía vive menos presión que el año pasado. Nuestras divisas se están estabilizando, mientras que las tasas de crecimiento y paro están mejorando”, ha resaltado Zarif.
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Teherán, ha proseguido, busca desvincularse de los ingresos petroleros y Estados Unidos está acelerando este proceso con la imposición de sanciones al sector petrolero del país.
El sector energético de Irán, al igual que muchos otros sectores económicos del país, volvió a ser blanco de los embargos unilaterales norteamericanos después de que Washington abandonara el acuerdo nuclear sellado en 2015 entre Teherán y el Grupo 5+1, entonces formado por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania.
Irán, uno de los mayores productores y exportadores de crudo del planeta, ha asegurado que frustrará los embargos petroleros de EE.UU. y que las restricciones no harán más que disparar el precio del condensado a nivel mundial.
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