“En primer momento y antes de que comenzara su política de sanciones y de guerra económica, EE.UU. lanzó una campaña psicológica y mediática contra la nación iraní”, ha aseverado este martes el primer vicepresidente iraní, Eshaq Yahanguiri.
En esta misma línea, ha indicado que Washington con tales medidas busca controlar la opinión pública, crear insatisfacción y de este modo desanimar a la gente.
“El enemigo ha apuntado la esperanza de la gente y busca destruir la confianza de los iraníes a su Gobierno”, en especial en lo que se refiere a la guerra contra corrupción, ha señalado.
La República Islámica de Irán, ha agregado Yahanguiri, no tiene ninguna línea roja en la lucha contra la corrupción. No existe ninguna excepción, ha recalcado.
En primer momento y antes de que iniciara su política de sanciones y de guerra económica, EE.UU. lanzó una campaña psicológica y mediática contra la nación iraní”, ha aseverado el primer vicepresidente iraní, Eshaq Yahanguiri.
Las autoridades iraníes han afirmado en reiteradas ocasiones que Washington, furioso ante los logros de Teherán tanto a nivel regional como internacional, trama intrigas contra el país persa. Pero todos estos intentos han sido y seguirán siendo neutralizados por el pueblo iraní.
Las tensiones entre Teherán y Washington se agravaron después de que en mayo pasado el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara la retirada del país del acuerdo nuclear firmado en 2015 por Irán y el entonces Grupo 5+1 (Reino Unido, China, Francia, Rusia, EE.UU. y Alemania) y anunciara la imposición de severas sanciones contra el país persa.
Según las autoridades iraníes, los demás signatarios del acuerdo nuclear iraní (Rusia, China, el Reino Unido, Francia y Alemania), tras la salida unilateral de EE.UU., deben garantizar a la República Islámica los beneficios acordados en este pacto, conocido como Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés), de lo contrario lo abandonará.
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