“Lo que se espera de todos los países del mundo, incluyendo del Reino Unido, (…) es que, en un acto responsable, presionen a Riad para poner fin a la guerra, el derramamiento de sangre en Yemen y a emitir ideas extremistas y terroristas, y no comercien sus intereses económicos con la paz y seguridad internacional”, ha dicho Qasemi.
En este contexto, el diplomático iraní ha considerado los apoyos políticos y armamentísticos de Londres y Washington, así como de otros gobiernos, a Arabia Saudí como una amenaza contra la seguridad, paz y estabilidad de todo el Oriente Medio y en consiguiente contra el mundo entero.
La sintonización de los británicos con los saudíes —advierte el vocero iraní— aumenta la responsabilidad de Londres en la formación, intensificación y continuación de las crisis en el Oriente Medio y el oeste de Asia, además de que dificulta y alarga la llegada a la paz y cooperación entre los países de la región.
Lo que se espera de todos los países del mundo, incluyendo del Reino Unido, (…) es que, en un acto responsable, presionen a Riad para poner fin a la guerra, el derramamiento de sangre en Yemen y a emitir ideas extremistas y terroristas, y no comercien sus intereses económicos con la paz y seguridad internacional”, señala el portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi.
Además, Qasemi se ha referido a la visita del príncipe heredero saudí, Mohamad bin Salman, a Londres, capital británica, para después condenar las declaraciones antiiraníes de él y las autoridades británicas y la alianza británico-saudí que formaron contra la República Islámica de Irán.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní ha calificado de una “ironía” el hecho de que los británicos arremetan contra Teherán ante la persona que es responsable de la agresión contra Yemen y causante de una de las tragedias humanas más terribles de la actualidad.
Irán ha alertado en reiteradas ocasiones que Al Saud —familia que rige Arabia Saudí— fabrica falsas acusaciones en su contra para desviar la atención de la comunidad internacional de los bombardeos contra el pueblo yemení que sirven para promover su propia agenda política.
La campaña ilegal de ataques aéreos emprendida en marzo de 2015 por Arabia Saudí contra Yemen ha dejado más de 30.000 muertos y heridos entre los civiles. Durante este tiempo, la corona británica ha vendido armas a Riad por un valor de unos 5 mil millones de libras esterlinas.
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