La protesta, organizada por la Campaña contra el Tráfico de Armas (CAAT, por sus siglas en inglés), ha sido muy crítica con el Reino Unido, a quien acusan de beneficiarse de un conflicto que se ha cobrado la vida de más de 13.500 yemeníes hasta ahora.
El Reino Unido ha incrementado la venta de armamento al régimen saudí en un 500 % desde que comenzó el conflicto en Yemen. Entre el armamento vendido, que incluye logística y soporte para bombardeos, se encuentran bombas de precisión guiada.
Durante su visita, el príncipe Bin Salman recibirá máximos honores, incluyendo un almuerzo con la reina Isabel II, cena con el príncipe de Gales y una jornada en la residencia de verano de la primera ministra británica, Theresa May; una muestra del apoyo total de los poderes británicos hacia el régimen saudí.
El Reino Unido quiere ampliar las relaciones comerciales con Arabia Saudí, anunciando acuerdos por valor de 100 millones de dólares, una cifra muy inferior a las 6400 millones de libras que se han vendido en armamento, pero la necesidad británica de establecer acuerdos comerciales para la era pos-Brexit, dejarán la mención de la primera ministra sobre la continua violación de derechos humanos en el régimen saudí en eso, en una simple mención.
Ian Díez, Londres.
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