“La región y el mundo se han convertido en un lugar inseguro e inestable por las políticas sectarias y las medidas de apoyo financiero y espiritual de Arabia Saudí a los terroristas takfiríes”, ha afirmado este jueves la embajada iraní a través de un comunicado emitido después de que China expresara su disposición para mediar entre Teherán y Riad.
Luego de elogiar la buena voluntad de China para calmar las tensiones entre estos dos vecinos, el texto ha reiterado que la República Islámica, al contrario del régimen saudí, da bienvenida a todos los esfuerzos constructivos y apoya cualquier medida que busca disminuir las tensiones en la región.
La región y el mundo se han convertido en un lugar inseguro e inestable por las políticas sectarias y las medidas de apoyo financiero y espiritual de Arabia Saudí a los terroristas takfiríes”, según el comunicado emitido por la embajada iraní en Pekín.
Asimismo, la embajada iraní denuncia la intervención de la monarquía saudí en los asuntos internos de los países de la región y condena la agresión saudí a Yemen que contradice con todas las normas internacionales.
“Vivimos en un mundo que la seguridad y la estabilidad de los países están entrelazadas y ningún país podría jugar un papel constructivo a través de llevar a cabo políticas unilaterales”, reza el texto.
Las relaciones entre Irán y Arabia Saudí empeoraron tras la estampida que ocurrió el 24 de septiembre de 2015 en Mina, cerca de La Meca, en la que miles de peregrinos perdieron la vida: muchos de ellos iraníes.
Por otra parte, Irán es uno de los mayores opositores a la política de Riad en la región, como, por ejemplo, la agresión saudí al pueblo yemení.
Además, la tensión entre ambos países se agudizó, después de que Riad rompiera sus relaciones diplomáticas y comerciales con Irán tras las protestas celebradas frente a embajadas saudíes en Teherán (capital de Irán) y Mashad (noreste), en reacción a la ejecución del prominente clérigo chií el sheij Nimr Baqer al-Nimr por orden de los Al Saud.
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