Según han comunicado este miércoles fuentes diplomáticas cataríes, el Gobierno de Doha ha decidido retirar a su embajador en el país persa, en protesta por los ataques del pasado sábado contra las sedes diplomáticas saudíes en Teherán y Mashad (noreste) durante las protestas por la ejecución del prominente sheij chií Nimr Baqer al-Nimr por el régimen de los Al Saud.
El pasado domingo, el canciller saudí, Adel al-Yubeir comunicó la ruptura de relaciones diplomáticas con Irán y la salida de todo el personal diplomático saudí del territorio persa.
Según el ministro saudí de Exteriores, esta decisión se debe a las críticas de Irán a la ejecución del sheij Nimr Baqer al-Nimr y a las manifestaciones de miles de iraníes en diferentes ciudades del país, especialmente intensas en Teherán y Mashad.
Tras la decisión saudí, Baréin y Sudán comunicaron también la ruptura de sus relaciones con Irán.
Ante las acusaciones antiraníes de los árabes, el portavoz de la Cancillería iraní, Husein Yaber Ansari, respondió el lunes a Riad que la decisión del régimen saudí de cortar sus vínculos con Teherán demuestra que Riad busca alcanzar sus intereses generando tensión en la región.
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