"Somos un país que se opone a la pena de muerte. Las penas de muerte, especialmente por motivos políticos, no ayudan a construir la paz en la región", subrayó el lunes Kurtulmus durante una conferencia de prensa.
Somos un país que se opone a la pena de muerte. Las penas de muerte, especialmente por motivos políticos, no ayudan a construir la paz en la región", subrayó el lunes viceprimer ministro de Turquía, Numan Kurtulmus.
El funcionario turco además dijo que su país abolió este castigo como parte de sus compromisos para poder ingresar en la Unión Europea (UE).
La ejecución de 47 personas en Arabia Saudí, especialmente la ejecución del opositor clérigo saudí, ha provocado una ola de protestas en diversos países del mundo, incluido Irán.
Tras las protestas de los iraníes frente a la Embajada saudí en Teherán, la capital de Irán, y su Consulado en la ciudad de Mashhad, el presidente iraní, Hasan Rohani, denunció enérgicamente la ejecución del líder chií por el régimen Al Saud y afirmó que la nación persa no permitirá que los grupos “radicales” utilicen el asesinato de Al-Nimr como un pretexto para recurrir a medidas "ilegales".
Un día después de las críticas del país persa ante la ejecución del prominente clérigo chií Al-Nimr, Arabia Saudí anunció la ruptura de las relaciones diplomáticas con Irán.
Por su parte, el portavoz de la Cancillería iraní, Husein Yaber Ansari, aseveró el lunes que la decisión del régimen saudí de cortar sus vínculos con Teherán demuestra que la meta política de Riad es alcanzar sus intereses generando tensión en la región.
En este sentido, Kurtulmus que es también el portavoz del gobierno advirtió que “la región ya es un barril de pólvora”, razón por la cual “necesitamos nuestra paz en la región”.
Asimismo, instó a Irán y Arabia Saudí que reduzcan las tensiones, ya que según asevera Kurtulmus, estas medidas solo agravarían las tensiones existentes en el Medio Oriente.
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