El esperado encuentro entre el expresidente Alan García y el fiscal de lavado de activos, José Domingo Pérez duró unos instantes.
Alan García llegó de España para responder a la tesis fiscal por la que él y la cúpula aprista habrían favorecido con obras a la empresa brasileña Odebrecht y a sus consorciadas a cambio de sobornos. Apenas minutos después de su llegada, García anunció la suspensión de la audiencia.
El líder del Partido Aprista Peruano (APRA), Alan García, es investigado por tráfico de influencias en la construcción del metro de Lima (la capital peruana), una obra incumplida de su primer gobierno. En el 2011 emitió un decreto de urgencia para iniciar la obra que Odebrecht ejecutó en tiempo récord.
El exdirector de contratos de la firma, Carlos Nostre, asegura que la constructora brasileña pagó coimas por 24 millones de dólares, 10 de los cuales beneficiaron al exviceministro de Comunicaciones, Jorge Cuba, y otros funcionarios. Sin embargo, no supo precisar el destino de los 14 millones restantes.
El portal IDL-Reporteros reveló que en 2011 Odebrecht hizo un pago a García desde la caja de operaciones estructuras. El colaborador eficaz, José Espinola, afirma que se depositó 100 mil dólares por una conferencia en Sao Paulo mediante la caja con la que la constructora hacía pagos ilícitos. García desmintió con agravios las pesquisas de IDL.
El fiscal Pérez ha ampliado la investigación contra García y su cúpula por el presunto delito de colusión y ha pedido impedimento de salida del país contra Alan García. Por décadas las investigaciones en su contra fueron archivadas, pero nuevas evidencias demostrarían su cercanía con Odebrecht y el hecho que la obra insignia de su Gobierno se hizo con sobornos que tendrían como destino final al propio García.
Rudy Jordán, Lima.
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