El 14 de agosto de 1985 se realizó en Accomarca en Ayacucho (Perú), una de las matanzas más cruentas del país. Efectivos del Ejército peruano asesinaron a 69 accomarquinos, donde habían niños de tres meses y ancianos de 90 años.
La abogada de los deudos, Gloria Cano, afirma que la masacre no fue un hecho aislado; sino parte de una política de Estado para combatir al terrorismo en los 80’s.
El operativo formó parte de la operación contrasubversiva Huancayocc, Huanta (Ayacucho), que buscó eliminar a los grupos senderistas presentes en la región andina y fue ejecutado por el otrora subteniente del Ejército Telmo Hurtado.
La crueldad de la barbarie hizo que los restos de los asesinados desaparecieran y, pese a la lucha de los deudos, la matanza de Accomarca fue ocultada por los gobernantes de turno.
Treinta y tres años después de la masacre de Accomarca, la Corte Suprema de Justicia (CSJ) ha ratificado la condena contra los autores y lo ha calificado como un crimen de lesa humanidad. Al igual que otros pueblos andinos y amazónicos, este lugar fue desangrado en nombre de una lucha subversiva que dejó más de 69 mil muertos.
La sentencia no solo resarce a los deudos, sino la memoria de los 69 accomarquinos que murieron injustamente y con el rótulo de terroristas.
Rudy Jordán, Lima.
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