El centro educativo era utilizado para albergar a desplazados. La mayoría de las víctimas son niños y mujeres. La ofensiva ha provocado la condena de países y organismos internacionales.
Los desplazados corren hacia el lugar de donde hace unos momentos escucharon fuertes explosiones. Y cuando llegan, se enteran de que se trata de otra escuela siendo bombardeada por el Ejército israelí. El centro alberga a miles de desplazados en la ciudad de Jan Yunis.
En la escuela reina el caos. Los que sobrevivieron no saben para dónde ir. Y los heridos, en estado de shock, son llevados al hospital más cercano. En el centro educativo, se había instalado un hospital de campaña, pero éste fue también destruido en el ataque.
No. En Gaza. No hay zonas seguras. Todo ha dejado de ser lo que fue. Los hospitales ya no son hospitales. Las escuelas ya no son escuelas. Y la niñez, también, ha dejado de ser lo que fue. Ya todos son blancos de un régimen, armado hasta los dientes.
Tras la incursión, Hamás exigió a la Comunidad Internacional que rompa su silencio en cuanto a los crímenes israelíes. La Organización Mundial de Salud llamó a un alto el fuego para acabar con episodios violentos como éste. El alto representante de la Política Exterior de Unión Europa, Josep Borrel, reiteró el llamado a la tregua para poner fin a lo que calificó de una locura. Y por su parte, Irlanda calificó el ataque de inhumano y atroz.
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