Conforme a medios hebreos, al menos 2000 personas asistieron a la manifestación en la plaza Habima de Tel Aviv, en la que se pidió la celebración de elecciones anticipadas y la salida del poder del primer ministro, Benjamin Netanyahu, un alto el fuego y negociar el inmediato regreso de los rehenes que se encuentran en Gaza.
Además, en las localidades de Karkur y Caesarea también se registraron manifestaciones que concentraron a cientos de personas.
Según los resultados de la última encuesta realizada en los territorios ocupados, 75 % de los israelíes considera que el gabinete de Netanyahu es el responsable de la “falta de preparación” en materia de seguridad, lo cual facilitó a los combatientes palestinos tomar rehenes durante su operación Tormenta de Al-Aqsa del 7 de octubre.
Mientras el gabinete de extrema derecha de Netanyahu reafirma que no parará su ofensiva, el Movimiento de la Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) declaró que no entablará negociaciones para la liberación de los prisioneros sionistas hasta que la guerra en Gaza se detenga por completo.
El régimen sionista inició una ofensiva genocida en Gaza con el objetivo declarado de acabar con HAMAS y liberar a los rehenes israelíes, pero no ha logrado sus objetivos después de semanas de crímenes en el enclave palestino.
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