El enviado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Asia Occidental, Tor Wennesland, denunció, el lunes en una reunión del Consejo de Seguridad, la incesante expansión de asentamientos israelíes en los territorios palestinos y, recordando que son ilegales según la ley internacional, enfatizó que constituyen un obstáculo significativo para la paz.
Sostuvo que los territorios ocupados palestinos han sido azotados por la violencia como consecuencia de las acciones unilaterales de Israel, entre ellas la demolición de viviendas palestinas, sus violentas redadas en la zona de Cisjordania, que se encuentra bajo control administrativo y policial de los palestinos, y los ataques de colonos extremistas israelíes.
Señaló que las acciones hostiles de Israel han creado un creciente desaliento en cuanto a una verdadera paz y el futuro entre los palestinos que aún buscan la creación de un Estado independiente.
“La falta de progreso hacia un panorama político que aborde los temas de fondo que impulsan el conflicto ha dejado un peligroso y volátil vacío”, puntualizó Wennesland.
El embajador adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitry Polyansky, a su vez, cargó contra Israel por el estancamiento a largo plazo del proceso de paz y advirtió de que el “ritmo sin precedentes” de la expansión de asentamientos ilegales israelíes es la mayor amenaza.
Israel ha intensificado sus actividades de expansión de asentamientos desde diciembre pasado, cuando Benjamín Netanyahu volvió al poder como primer ministro del gabinete de extrema derecha. Esto mientras que conforme a la Resolución 2334, aprobada en 2016 por el Consejo de Seguridad, las colonias “carecen de validez legal”.
Para los palestinos, estos planes constituyen una amenaza para la seguridad y la paz de la región, que se encuentra en un estado de tensión debido a las políticas y prácticas de persecución, racismo y limpieza étnica aplicadas por el régimen de ocupación contra el pueblo palestino.
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