El portavoz del movimiento, Davud Shahab, denunció el jueves las agresiones del régimen de Tel Aviv en la Mezquita Al-Aqsa y sus intentos de la división temporal y espacial de tal lugar sagrado.
“La situación se acerca más a una confrontación militar”, advirtió el vocero, en una entrevista concedida al portal libanés Al-Ahed News, para luego aseverar que lo que está sucediendo en Al-Aqsa es “juega con fuego que conducirá a una explosión”.
Ante tal coyuntura, al destacar que la Resistencia palestina ha logrado frustrar hasta ahora los referidos esfuerzos de Israel, aseguró que está lista para enfrentarlos.
En otra entrevista con la cadena yemení Al-Masirah, Shahab enfatizó la misma jornada que este régimen busca compensar su vergonzosa derrota en la operación de ‘Espada de Al-Quds’, pero la Resistencia está decidido a apoyar la mezquita.
Israel no quiere repetir experiencia devastadora de ‘Espada de Al-Quds’
Por otro lado, Mahmud al-Zahar, un alto miembro del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS), hizo hincapié en la capacidad de este movimiento para detener los crímenes cometidos por Israel contra los fieles palestinos en Al-Aqsa.
Sin embargo, las fuerzas israelíes no quieren escalar la situación en tal lugar, debido a que Israel todavía recuerda su experiencia de la operación Espada de Al-Quds y nunca tiene la intención de repetirla porque los resultados de esta operación fueron devastadores para ellos.
Al dejar claro que los israelíes están tratando de demostrar su existencia, Al-Zahar aseveró que estas acciones son inútiles y no les darán ningún derecho.
Como última agresión del régimen de Tel Aviv, cientos de sus colonos irrumpieron el mismo jueves en Al-Aqsa e impidieron que los musulmanes estén en los patios de la mezquita y hagan sus oraciones, ya que les asaltaron lanzando bombas de sonido y gas y balas de metal recubiertas de goma.
Ante tal situación, el jefe de la dirección política de HAMAS, Ismail Haniya, prometió neutralizar todos los complots urdidos por los israelíes para Al-Aqsa, asegurando que “la invencibilidad” del pueblo palestino camina hacia terminar en “el declive y la eliminación de los ocupantes”.
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