Las fuerzas del ocupante israelí han aplicado esa medida ilegal, poco después de que atacaran ferozmente a decenas de palestinos y activistas en el vecindario de Sheij Yarrah, ha informado la agencia oficial palestina de noticias WAFA.
“La policía israelí agredió físicamente a palestinos y activistas solidarios frente a la casa de la familia Salem, que corre el riesgo de ser expulsada por la fuerza por parte de Israel, e hirió a muchos de ellos”, ha destacado un corresponsal del medio palestino.
Según la cadena libanesa Al Mayadeen, las fuerzas israelíes han asaltado una sentada de palestinos en Sheij Yarrah en rechazo a los planes del régimen de expulsar a 13 familias palestinas de este barrio.
Las fuerzas han amenazado a los manifestantes de la sentada con un “trato severo” y han impedido que los médicos ingresen al barrio para tratar a los palestinos heridos, detallan los reportes.
Conforme a los informes, pese al bloqueo israelí, los palestinos planean acudir en masa al barrio para celebrar las oraciones del viernes en solidaridad con los oprimidos vecinos de Sheij Yarrah.
Las tensiones aumentaron el domingo en Sheij Yarrah después de que el diputado israelí de extrema derecha Itamar Ben Gvir, respaldado por colonos judíos, estableciera una oficina en un terreno propiedad de la familia palestina Salem en el vecindario, días después de que esta fuera obligada a abandonar su hogar mediante una orden judicial.
Ante tal coyuntura, el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) llamó al pueblo palestino a movilizarse en apoyo a sus compatriotas frente al “salvaje” régimen ocupante y los “cobardes” colonos.
Por su parte, la oenegé Amnistía Internacional (AI) denunció el martes que el traslado forzoso de palestinos bajo ocupación por parte de Israel equivale a un “crimen de guerra” y confirma la práctica del “apartheid” de este régimen.
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