La viceministra de Asuntos Exteriores de Palestina, Amal Yadu Shakka, reprobó el martes los votos negativos de Austria, la República Checa, el Reino Unido y Bulgaria realizados en contra de una reciente resolución a favor de la causa palestina en el Consejo de Derechos Humanos de la Naciones Unidas (CDHNU) y otra en la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La funcionaria consideró que estas medidas constituyen “una luz verde para que Israel, la potencia ocupante, persista en su agresión y violaciones sistemáticas de los derechos del pueblo palestino”.
Dicho esto, añadió que este tipo de acciones antipalestinas patrocinados por estos mencionados países “refuerza la cultura de la impunidad y le da a Israel el espacio para consolidar su ocupación y perpetuar más crímenes de apartheid y persecución que constituyen crímenes de lesa humanidad de acuerdo con el derecho internacional”.
Ante tales agravios, la alta diplomática entregó cartas de protesta de la Cancillería palestina a los cuatros embajadores de los países europeos y exigió aclaraciones a sus respectivos Ministerios de Asuntos Exteriores al respecto.
El 27 de mayo, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó una resolución para abrir una investigación independiente sobre las violaciones y los abusos del régimen de Israel durante su brutal agresión contra la asediada Franja de Gaza, producida entre el 10 y 21 de mayo. El texto fue aprobado por 24 de los 47 miembros del Consejo; nueve se opusieron y 14 se abstuvieron a votar.
Entre los países que votaron en contra de esta resolución figuran los cuatro mencionados países europeos. Esto mientras la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, había anunciado más temprano que los ataques israelíes contra los palestinos de Gaza podrían constituir “un crimen de guerra”.
Bachelet expresó su preocupación por el alto nivel de víctimas civiles en los ataques contra Gaza, denunciando que el régimen de Israel ha provocado numerosos muertos y heridos entre los palestinos, así como destrucción y daños materiales a gran escala en bienes civiles, mientras no se han presentado pruebas de que los edificios destruidos en el enclave costero palestino fueran usados con fines militares.
Del 10 al 21 de este mayo, el mundo fue testigo de otra escalada de violencia del régimen israelí contra los gazatíes. En este conflicto al menos 253 palestinos perdieron la vida por los bombardeos israelíes en Gaza, incluidos 66 niños, según el Ministerio palestino de Salud.
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