La cadena de televisión libanesa Al Mayadeen citó informes de los medios israelíes, diciendo que la aeronave en cuestión cayó sobre el techo de una casa en Beit Hanun y fue entregado por los lugareños a la sede del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS).
Algunos medios de comunicación palestinos tenían una narrativa diferente. Dijeron que el dron fue “derribado” por las fuerzas de la Resistencia mientras sobrevolaba el enclave costero.
A su vez, las fuerzas de guerra del régimen de Tel Aviv confirmaron que el avión no tripulado cayó en el norte de la Franja de Gaza durante una “operación rutinaria”. Además, el ejército israelí alegó que “no hay preocupación por la información filtrada”.
Con anterioridad, el diario israelí The Jerusalem Post lamentó que “los drones militares israelíes caigan como moscas” en los territorios libanés y palestino.
Estos hechos se producen en medio de las tensiones en Al-Quds (Jerusalén), que vive una nueva escalada tras las protestas de los palestinos en rechazo a las restricciones sobre el acceso a la explanada de la Mezquita Al-Aqsa, impuestas durante el sagrado mes de Ramadán, el mes del ayuno para los musulmanes.
Estas tiranteces también han desencadenado protestas en la ocupada Cisjordania y la Franja de Gaza en apoyo a los palestinos en Al-Quds.
El mismo miércoles se supo que el régimen de ocupación israelí utiliza sus drones para lanzar bombas lacrimógenas contra los palestinos que protestan por las agresiones en Cisjordania y Al-Quds.
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