En las últimas semanas, miles de israelíes han salido en varias ocasiones a las calles para pedir la dimisión del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, denunciando la corrupción, el desempleo y la muy mala gestión de la crisis provocada por la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
“Esta crisis podría derrocar a Netanyahu (…) Las manifestaciones reflejan la gran crisis que enfrenta el primer ministro israelí”, ha señalado este domingo el secretario general del movimiento Iniciativa Nacional Palestina, Mustafa Barguti.
En declaraciones ofrecidas a la cadena libanesa Al Mayadeen, Barguti ha recordado que, desde el inicio de la crisis por el coronavirus, Netanyahu se ha jactado de que podía controlar la pandemia.
No obstante, ha proseguido, actualmente, el brote se ha propagado peligrosamente por los territorios ocupados palestinos, asestando duros reveses a la economía del régimen israelí.
Por otro lado, el alto cargo del movimiento palestino ha señalado que tanto Netanyahu como el presidente estadounidense, Donald Trump, recurren a una forma similar para contrarrestar la ola de protestas populares, pues envían a los agentes de policía a reprimir a los manifestantes.
El funcionario palestino se ha referido, de este modo, a las protestas que estallaron recientemente en EE.UU. tras la muerte del afrodescendiente George Floyd, asfixiado por un policía blanco mientras era arrestado en la ciudad de Mineápolis, en el norteño estado estadounidense de Minesota. En reacción, el Gobierno estadounidense desplegó miles de soldados en todo el país y ordenó aplacar sin miramientos las movilizaciones.
Por su parte, la policía del régimen de Tel Aviv ha reprimido también con mano dura las protestas contra Netanyahu, empleando cañones de agua y lanzando gases lacrimógenos para dispersar a los descontentos, además de arrestar a algunos de ellos.
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