Esta franja, que divide la ciudad de este a oeste, se conecta con el corredor Morag, ampliando el control territorial israelí y dejando a cientos de miles de civiles aún más aislados y vulnerables. Según las fuerzas israelíes, el objetivo es eliminar combatientes y destruir infraestructuras de HAMAS.
El especialista en asuntos israelíes, Mostaba Ibrahim afirma que este nuevo corredor será utilizado como una herramienta de presión a los ciudadanos en el caso de que las negociaciones fracasen.
Desde hace semanas la zona de Jan Yunis que esta siendo controlada por el ejército israelí ha sido evacuada de ciudadanos. Acorde a fuentes hebreas Israel se ha hecho con el control del 65 % de los territorios de Jan Yunis, y han destruido toda la estructura externa. Por eso este acto viene a la luz de una política israelí, para dividir y controlar de una manera más fácil los territorios gazatíes.
Pero más allá de lo militar, este eje representa una maniobra táctica con profundas implicaciones políticas. Israel busca dividir Jan Yunis en dos zonas: al este, una supuesta área “libre de HAMAS” ya evacuada de civiles; al oeste, un territorio aún en combate, donde sobreviven cerca de un millón de desplazados, especialmente en la zona de Al-Mawasi.
Esta división no solo responde a fines militares, sino que permite a Israel imponer una nueva geografía del conflicto, reconfigurando el mapa político y humanitario de Gaza.
Desde HAMAS, el líder Basem Naim ha condenado la apertura del corredor, afirmando que solo confirma las intenciones de Israel de permanecer en Gaza a largo plazo y no poner fin a la guerra.
Israel, por su parte, podría usar esta nueva línea de ocupación como carta de presión en futuras negociaciones o incluso como zona para establecer una “ciudad humanitaria” bajo control internacional.
La creación del eje “Magen Oz” ha dividido aún más la ciudad de Jan Yunis, una ciudad ya devastada. Mientras Israel habla de zonas seguras, la realidad muestra todo lo contrario: más control militar y más desplazamiento forzado.
Miles de palestinos siguen atrapados entre el fuego cruzado, sin refugio, sin garantías y con menos esperanzas de retorno.
Huda Hegazi, Gaza, Palestina
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