“Israel sigue imponiendo sus deseos a los representantes de los pueblos europeos chantajeándolos mediante la instrumentalización de la estigmatización histórica alemana de los judíos para alcanzar sus objetivos”, reza un comunicado emitido este domingo por el Ministerio de Asuntos Exteriores palestino.
La resolución del Bundestag, lamenta la Diplomacia del ocupado país árabe, hace caso omiso de que “Israel es una entidad al margen de la ley que comete crímenes contra el pueblo palestino y ocupa la tierra palestina con impunidad”.
En otro lugar del comunicado, la Cartera indica que Israel y sus partidarios han estado buscando pretextos para empañar la imagen del movimiento propalestino de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) contra la ocupación israelí por la gran relevancia que ha adquirido en los últimos años a nivel mundial.
La Cámara Baja germana aprobó el viernes, con los votos de representantes de distintos partidos, una resolución que condena como “antisemita” al movimiento de BDS, que llama a imponer presión económica a Israel hasta que este ponga fin a la ocupación del territorio palestino.
La proposición fue presentada con el respaldo del régimen de Tel Aviv por una coalición de conservadores del partido de la canciller alemana, Angela Merkel, sus compañeros socialdemócratas de coalición, ecologistas de Los Verdes y representantes del Partido Democrático Libre. En EE.UU. se están impulsando proyectos de ley similares.
El voto fue denunciado como antipalestino por los principales coordinadores de la campaña de BDS, pero también incluso por 60 académicos israelíes, que han firmado una carta abierta en la que alertan de una alarmante tendencia a “etiquetar a los defensores de los derechos humanos de los palestinos como antisemitas”.
El movimiento de BDS, inspirado por las campañas contra el apartheid sudafricano, fue lanzado en 2005 por más de 170 organizaciones palestinas y progresivamente se ha internacionalizado. Pretende impulsar “distintas formas de boicot contra Israel hasta que cumpla sus obligaciones conforme al derecho internacional”.
Numerosos observadores y analistas de distintas ideologías han denunciado el constante recurso de los lobbies proisraelíes a la estigmatización de los críticos de su poder como “antisemitas” para excluirlos del debate público, explotando para ello el relato dominante sobre el “Holocausto” o supuesto plan de exterminio de los judíos del régimen nacionalsocialista alemán durante la Segunda Guerra Mundial.
En 2002, la entonces exministra israelí Shulamit Aloni reconoció sobre la acusación de “antisemitismo”: “Bueno, es una treta, siempre la usamos. Cuando alguien critica a Israel en Europa, sacamos el Holocausto. Cuando alguien critica a Israel en EE.UU., entonces son antisemitas, y la organización es fuerte y tiene mucho dinero”. La táctica ha sido reconocida después, incluso, por diplomáticos israelíes en Alemania.
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