La protesta ha tenido lugar la tarde de este miércoles después de que decenas de lugareños se congregaran para manifestar su rechazo a la sistemática construcción de asentamientos ilegales israelíes y al muro de separación, más conocido como el muro del apartheid, que aísla el campo de refugiados de estratégicas localidades de Ramalá, y limita la libertad de movimientos de los palestinos.
Las fuerzas israelíes han lanzado gases lacrimógenos y disparado munición real contra los indignados, suceso que ha dejado nueve heridos, entre ellos, un joven palestino de 20 años identificado como Ali Mohamad Safi, que recibió en el pecho un impacto de bala del calibre 0,22 y que en la actualidad se encuentra en estado crítico.
Según aseguran varios testigos, otros tres manifestantes resultaron heridos con munición real, mientras que otros cinco con balas de goma.
Una portavoz militar del régimen israelí ha confirmado los hechos. “Había una protesta de 50 palestinos en Al-Yalazun (…) los manifestantes comenzaron a arrojar piedras contra los soldados (israelíes) y ellos respondieron, con ciertas medidas, para dispersarlos”, ha afirmado.
Después de que los palestinos se negaran a desalojar la zona, los soldados israelíes “dispararon balas del calibre 0,22” contra los palestinos, ha agregado.
No obstante, la portavoz se ha negado a explicar el por qué los soldados aparecieron de repente cerca del campo de refugiados y cargaron contra la protesta pacífica.
Más de medio millón de israelíes viven en unos 120 asentamientos ilegales construidos desde la ocupación de los territorios palestinos en 1967 en Cisjordania, incluido Al-Quds (Jerusalén).
La crítica internacional contra los asentamientos israelíes en tierras ocupadas palestinas ha aumentado. Estas viviendas son consideradas "ilegales" por las Naciones Unidas y la mayoría de los países, ya que han sido edificadas en los territorios arrebatados por el régimen israelí en la llamada Guerra de los Seis Días de 1967, lo que contradice las leyes internacionales.
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