El prominente senador demócrata estadounidense Benie Sanders tachó el lunes de “racista” al régimen de ocupación israelí y a su primer ministro, Benjamín Netanyahu, por reprimir “injustamente” a los palestinos.
Sanders aseguró que no apoya la política de Netanyahu, pese a haber sido reelegido en las elecciones israelíes del corriente mes de abril, y denunció el apoyo militar total que brinda EE.UU. a los dirigentes israelíes.
Enojado por tales declaraciones, el ministro israelí de cooperación regional, Tzachi Hanegbi, tildó el martes de “extrañas” las acusaciones del legislador: “Es extraño que el Partido Demócrata permita que uno de sus miembros más antiguos no respete la elección democrática de Israel”, lamentó.
Es extraño que el Partido Demócrata permita que uno de sus miembros más antiguos no respete la elección democrática de Israel”, ha dicho el ministro israelí de cooperación regional, Tzachi Hanegbi, comentando declaraciones en las que Bernie Sanders tildó a Israel de “racista”.
Sanders ha condenado en reiteradas ocasiones las “matanzas” de palestinos de Israel y ha instado al régimen de Tel Aviv a poner fin a la ocupación de territorios palestinos invadidos desde 1967, reconocida ilegal por el conjunto de la comunidad internacional.
Varios demócratas han desafiado recientemente la norma de la vida pública de EE.UU. por la que ser percibido como hostil a Israel puede acabar con la carrera de un político. Entre ellos destaca la legisladora somalí-estadounidense Ilhan Omar, quien ha provocado una tormenta en el Capitolio con sus repetidas críticas a Israel y a los poderosos lobbies proisraelíes del país norteamericano.
Omar es una de las primeras mujeres musulmanas presentes en el Congreso de EE.UU., que apoyan abiertamente el movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) contra Israel.
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