El helicóptero de ataque AH-1Z, que fue desplegado en la base aérea de Futenma en Ginowan en noviembre pasado, despegó del sitio alrededor de las 11 de la mañana del sábado pero tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia por averías en un camino de tierra en la isla de Ikeijima.
Koichiro Nakajima, jefe del Buró de Defensa de Okinawa, hizo la protesta el sábado al coronel Scott Conway, jefe de asuntos exteriores del Cuerpo de Marines de Estados Unidos, en el lugar de aterrizaje, donde los marines estaban investigando la causa del incidente.
Nakajima dijo que el aterrizaje hizo que los habitantes de la isla estuvieran muy nerviosos. El coronel Conway lamentó por el incidente y aseguró que su país proporcionará a Tokio una información exhaustiva sobre sus causas.
La sureña isla de Okinawa es el lugar de importante presencia militar estadounidense en Japón, en el marco de un tratado de seguridad firmado entre Washington y Tokio en 1951, el cual también incluye la inmunidad de los estadounidenses.
Los residentes de la isla han protestado numerosas veces contra el despliegue de las tropas estadounidenses. Dicen que su presencia ha exacerbado la seguridad de los ciudadanos, tanto por ingentes delitos que ha cometido el personal militar estadounidense, como por los accidentes de los aviones norteamericanos en las proximidades de sus bases aéreas.
El pasado 13 de diciembre, un avión militar estadounidense Osprey se estrelló en el agua en la prefectura de Okinawa. Tras el accidente, en el que resultaron heridos dos de los cinco tripulantes, Tokio pidió a las autoridades de EE.UU. que suspendieran los vuelos de dichos aparatos en la isla, pero se reanudaron una semana después.
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