• El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier.
Publicada: sábado, 18 de junio de 2016 10:00

El ministro alemán de Asuntos Exteriores critica los ejercicios militares de la OTAN cerca de las fronteras rusas y asegura que la región no se volverá segura con “gritos de guerra”.

“Lo que no debemos hacer ahora es calentar la situación, blandiendo las armas y enarbolando gritos de guerra”, ha dicho Frank-Walter Steinmeier en una entrevista concedida a Bild am Sonntag, publicada este sábado.

El que “piensa que los desfiles simbólicos de carros de combate en la frontera oriental de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) aumentan la seguridad, se está equivocando”, ha subrayado.

Lo que no debemos hacer ahora es calentar la situación, blandiendo las armas y enarbolando gritos de guerra”, ha dicho el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank-Walter Steinmeier

Asimismo, ha solicitado a los aliados de la Alianza Atlántica entablar un diálogo amplio y una cooperación con Rusia, y no buscar “pretextos para renovar una vieja confrontación” con la potencia euroasiática.

La OTAN inició una maniobra militar bautizada como Anakonda-16 el pasado 7 de junio, simulando un ataque ruso a Polonia. El ejercicio, de dos semanas de duración, implica unos 31.000 soldados, decenas de barcos y aviones de combate, junto con 3000 vehículos blindados.

Soldados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) caen en paracaídas durante una maniobra.

 

La OTAN, que experimenta una muy tensa relación con Rusia jamás vista desde la Guerra Fría, últimamente ha venido aumentando su presencia en los países bálticos y Polonia. En esta misma línea la Alianza prevé enviar unidades a Rumanía, donde también instaló recientemente sistemas de defensa antimisiles.

A raíz de ello, el Kremlin ha advertido, de manera recurrente, de las consecuencias de la progresiva expansión de la Alianza hacia su zona de seguridad y ha desplegado nuevas armas en sus fronteras europeas para mantener el equilibrio militar.

El viernes, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, subrayó que el sistema de defensa antimisiles de la OTAN en Europa tiene un carácter “ofensivo” —en contraposición a la idea de Washington de que es un arma defensiva—, y puede ser utilizado en contra de la Federación de Rusia.

En este sentido, el líder ruso prometió una firme respuesta de parte de Rusia a la expansión militar del Occidente y advirtió que dicha amenaza, que abre el camino a una confrontación castrense entre Rusia y EE.UU., "está arrastrando al mundo a una nueva dimensión".

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