En comunicados por separado, el secretario general de Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, y el Consejo de Seguridad del organismo expresaron el domingo su pesar por la muerte de dos cascos azules de nacionalidad guineana y de un funcionario civil de la ONU en un atentado, que también dejó 20 heridos.
Ambas entidades aseguraron, no obstante, que este tipo de acciones no afectarán el compromiso de la ONU para ayudar al Gobierno y el pueblo maliense.
El ataque a la Misión de la Organización de las Naciones Unidas en Malí (MINUSMA) ocurrió el sábado en Kidal, en noreste de Mali.

Una autoridad militar del país africano anunció ayer, bajo condición de anonimato, que un grupo terrorista takfirí que opera en el norte del país había reivindicado la responsabilidad del atentado.
La banda extremista denominada ‘Ansar al-Din’ se atribuyó la autoría del atentado en un diálogo con unas radios locales.
Dicha agrupación, vinculada a Al-Qaeda, no firmó el acuerdo preliminar de paz que alcanzaron el pasado marzo el Gobierno de Malí y representantes de los diferentes grupos rebeldes del norte.

A pesar del despliegue de Fuerzas francesas y de la Fuerza de la ONU en el norte de Mali, esta zona es escenario de sangrientos enfrentamientos entre los grupos armados.
El pasado 20 de noviembre, de entre 18 a 27 personas murieron en una toma de rehenes en el hotel Radisson de la ciudad capitalina de Bamako.
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