Las autoridades de las repúblicas autoproclamadas de Donetsk y Lugansk anunciaron el martes en un comunicado conjunto que pospondrían las elecciones previstas para el 18 de octubre en Donetsk y el 1 de noviembre en Lugansk, que se iban a celebran en lugar de las elecciones locales del resto de Ucrania, programadas para el 25 de octubre.
"Eso abre un paso para la vuelta de Ucrania en Donbás a través de las elecciones organizadas según la legislación ucraniana y los estándares de OSCE" , escribió el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko en Facebook.
Para Kiev y sus aliados, que calificaban de ilegítimos esos comicios, la decisión de los separatistas supone un progreso en el proceso de implementar los acuerdos de Minsk.
El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, acogió con beneplácito esa decisión, mientras que aumenta su esperanza de que las elecciones organizadas por Kiev se celebren en Donetsk y Lugansk.
"Eso abre un paso para la vuelta de Ucrania en Donbás a través de las elecciones organizadas según la legislación ucraniana y los estándares de OSCE" (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa), escribió Poroshenko en su Facebook.
Recordar que el pasado domingo, Poroshenko manifestó su esperanza en que los separatistas no celebraran elecciones, y pidió la intermediación de su homólogo ruso, Vladimir Putin.
La Unión Europea (UE), por su parte, consideró que esa decisión “renovaba la esperanza” para alcanzar a una solución política duradera para la crisis ucraniana.
Rusia y Estados Unidos también dieron la bienvenida a esa decisión, considerando que esa iniciativa contribuirá a la implementación de lo acordado entre Kiev y los independentistas del este en Minsk, capital bielorrusa.

La decisión de los independentistas se produjo después de que la canciller alemana, Angela Merkel, y los líderes de Francia, Ucrania y Rusia, François Hollande, Poroshenko y Putin, respectivamente, se reunieran en París, capital de Francia, para abordar el tema de la retirada de armas pesadas en el este de Ucrania.
Desde el comienzo del conflicto en Ucrania, en abril de 2014, las dos regiones rusófonas de Donetsk y Lugansk han sido testigos de enfrentamientos mortales entre las fuerzas independentistas y el Ejército ucraniano: cerca de 8000 personas han muerto y 1,6 millones abandonado sus hogares para escapar de la violencia.
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