• Frank Walter Steinmeier, ministro de Exteriores de Alemania.
Publicada: domingo, 9 de agosto de 2015 6:24

Alemania, donde miles de personas se manifestaron contra las ofensivas del Gobierno turco en contra de los kurdos, denunció la alta tensión que se vive en el país asiático.

El ministro de Exteriores germano, Frank Walter Steinmeier, se mostró confiado de que la voz política kurda debe ser valorada y escuchada por las autoridades de Ankara.

En sus declaraciones, concedidas el sábado a los medios locales, calificó de peligrosa la escalda de violencia entre Ankara y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus siglas en kurdo), tanto para la seguridad nacional como para la región.

Si el conflicto se agrava y daña el proceso de paz en Turquía, pondrá en peligro la estabilidad del país y de toda la región”, advirtió el jefe de la Diplomacia alemana.

Si el conflicto se agrava y daña el proceso de paz en Turquía, pondrá en peligro la estabilidad del país y de toda la región”, advirtió el ministro de Exteriores alemán, Frank Walter Steinmeier

En este contexto, consideró el diálogo como la única vía para resolver las divergencias e impedir la repetición de la sangrienta guerra de la década de 1990.

Destrozos causados por la aviación militar turca en el pueblo de Zergele (norte de Irak). 1 de agosto de 2015.

 

Además, describió que hacer caso omiso de las voces kurdas en el proceso político de Turquía es una acción imprudente.

Los comentarios de Steinmeier coinciden con la manifestación de casi 5 mil personas en la ciudad de Colonia, oeste de Alemania, para protestar por los ataques aéreos de Ankara contra posiciones kurdas en Irak y Siria.

Los participantes, en su mayoría de origen kurdo, salieron a las calles centrales de dicha localidad para expresar su ira por los frecuentes bombardeos del Ejército de Turquía contra las posiciones de los integrantes del PKK.

Manifestantes kurdos se movilizaron en Alemania para expresar su respaldo a sus correligionarios del PKK.

 

Recientemente, Turquía está viviendo una situación de alta tensión por los enfrentamientos diarios entre sus fuerzas y los integrantes del PKK, a raíz de un atentado suicida (cuya autoría los kurdos atribuyen a Ankara), que tuvo lugar el pasado 20 de julio durante un mitin de activistas kurdos en la ciudad turca de Suruç, cerca de Siria, con un saldo de 32 muertos y centenares de heridos.

Como consecuencia, el pasado 25 de julio, la aviación turca llevó a cabo ataques contra las posiciones del PKK en varias zonas, tanto en el territorio turco como en Irak, hecho que fue respaldado y calificado como “autodefensa” por la Casa Blanca.

Las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG, por sus siglas en kurdo), por medio de un comunicado, indicaron el sábado que las fuerzas turcas “en vez de apuntar contra las posiciones del EIIL, atacan nuestras defensas”.

Tanto Irak como Siria han repudiado estas ofensivas, al calificarlas de flagrante violación de su soberanía e integridad territorial.

Desde octubre de 2012, Turquía y el PKK mantuvieron conversaciones de paz, cuyo objetivo es acabar con el conflicto que ha dejado más de 40 mil muertos desde 1984, promover la integración de los kurdos y aumentar los derechos de las minorías.

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