El viernes, las autoridades del país árabe permitieron que las mujeres entren por primera vez en un estadio para presenciar un partido de fútbol, aunque separadas de las gradas de los hombres. El acontecimiento se produjo en la ciudad portuaria de Yeda (oeste), donde se enfrentaban los clubs locales Al-Ahli y Al-Batin, en el primero de una serie de tres partidos de la Liga Profesional saudí que las mujeres podrán ver este mes.
Este sábado, les abrirán las puertas del Estadio Internacional Rey Fahd, en Riad, la capital, y el día 18, las del Estadio Príncipe Mohamed bin Fahd, en la ciudad de Damman (este).
Las tres infraestructuras han sido “adaptadas” para acoger al público femenino. Para ellas se han creado “secciones familiares”, separadas por barreras de la multitud masculina, donde tienen sus propios cuartos de baño, así como espacios de descanso, de culto, áreas para fumar, e incluso entradas y estacionamientos separados.
El régimen de Riad es ampliamente criticado por organizaciones civiles por violar los derechos humanos de sus ciudadanos, sobre todo los activistas. Por otro lado, los códigos morales en vigor restringen en gran medida la participación de las mujeres en la vida pública. Arabia Saudí ocupa el antepenúltimo puesto en el Índice de Desigualdad del Género de las Naciones Unidas.
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