El presidente francés, Emmanuel Macron, ha anunciado la noche del martes en un comunicado el aplazamiento de la vista del canciller galo a Irán, prevista para el viernes.
En el mismo texto, Macron pide a su par iraní, Hasan Rohani, que “respete” las libertades fundamentales, en referencia a las recientes protestas ciudadanas en varias ciudades del país por el desempleo y la carestía de la vida.
“Las libertades fundamentales, en particular las libertades de expresión y manifestación, deben ser respetadas”, dice el texto.
Una nueva fecha será fijada por vía diplomática. Los intercambios entre París y Teherán continuarán en las próximas semanas”, recoge el comunicado del Elíseo sobre el aplazamiento del viaje del canciller galo a Irán.
La visita de Le Drian a Teherán tenía como propósito organizar con su par iraní, Mohamad Yavad Zarif, el viaje de Macron a Irán. Por cierto, de materializarse, será el primer viaje de un presidente galo desde el establecimiento del sistema de la República Islámica en Irán, tras la victoria de la Revolución Islámica de 1979.
El comunicado presidencial se ha emitido un poco después de que Macron mantuviera una conversación telefónica con Rohani y, conforme indican varios medios galos, ambos mandatarios coincidieron en que era conveniente posponer el mencionado viaje de Le Drian.
“Una nueva fecha será fijada por vía diplomática. Los intercambios entre París y Teherán continuarán en las próximas semanas”, agrega la misiva gala.
El origen del aplazamiento está en las recientes protestas pacíficas celebradas en diferentes ciudades del país persa motivadas por el desempleo y los elevados precios de los productos de primera necesidad.
Sin embargo, algunas de las marchas derivan en actos de violencia debido a la incitación de Estados Unidos, el régimen de Israel y sus aliados regionales, cuyo objetivo es perjudicar el sistema de la República Islámica y la Revolución Islámica.
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