• El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Publicada: domingo, 17 de enero de 2016 1:32
Actualizada: domingo, 17 de enero de 2016 2:11

La Unión Europea (UE), Estados Unidos y el Reino Unido criticaron la represión de los académicos turcos que pidieron a Ankara poner fin al conflicto en el sureste del país.

El pasado 10 de enero, 1128 académicos de 89 universidades de Turquía, en una declaración, exigieron al Gobierno que ponga fin a la violencia e reinicie las conversaciones de paz con los grupos kurdos, entre ellos, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, por sus iniciales kurdas).

Las medidas tomadas contra los académicos turcos que firmaron una declaración sobre los acontecimientos en desarrollo en el sureste de Turquía son sumamente preocupantes (…) Hay que defender la libertad de expresión (…) existe un clima intimidatorio que va en su contra”, indicó la Unión Europea en un comunicado.

Un día después, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, llamó “traidores” a los signatarios de la petición y les acusó de ser la “quinta columna” de los poderes extranjeros que intentan socavar la seguridad nacional del país.

Por su parte, el Consejo de Educación Superior de Turquía (YÖK, por sus siglas en turco) inició la tarea de despedir a los académicos por haber buscado la paz. Algunos de los cuales, incluso se enfrentan a cargos criminales.                         

El bloque europeo al calificar de “sumamente preocupantes” el seguimiento y la detención de las élites turcas, exigió a Ankara que defienda la liberad de expresión.

“Las medidas tomadas contra los académicos turcos que firmaron una declaración sobre los acontecimientos en desarrollo en el sureste de Turquía son sumamente preocupantes (…) Hay que defender la libertad de expresión (…) existe un clima intimidatorio que va en su contra”, indicó la UE en un comunicado emitido el sábado.

De igual manera, exigió al Gobierno asegurarse que las leyes del país sean aplicadas en línea con los estándares de la Convención europea para los derechos humanos.

Al considerar el proceso de paz kurda como la única vía para resolver el conflicto que va segando vidas en dicha región, el bloque regional reiteró su voluntad para apoyar todos los esfuerzos brindados para materializar ese fin.

Tras condenar tajantemente todo tipo de ataques protagonizados por el Ejército turco o por grupos armados en este país euroasiático, la UE recalcó que cualquier lucha contra el “terrorismo” debe respetar las normas internacionales, incluidas las leyes de derechos humanos.

El bloque regional además lamentó la muerte de un bebé y dos menores de edad, que se encontraban entre las víctimas mortales de un ataque registrado el pasado 14 de enero contra una estación policial en el distrito de Çınar, ubicado en la provincia de Diyarbakir (sureste de Turquía).

El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, John Kirby.

 

Para nosotros, esa acción (investigación y detención de los académicos) forma parte de una tendencia preocupantes en Turquía, donde los cuerpos policiales, oficiales y jurídicos son utilizados para disuadir un legítimo diálogo político”, acotó el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, John Kirby.

En una reacción similar, la Administración del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, expresó su preocupación al respecto.

“Para nosotros, esa acción (investigación y detención de los académicos) forma parte de una tendencia preocupante en Turquía, donde los cuerpos policiales, oficiales y jurídicos son utilizados para disuadir un legítimo diálogo político”, acotó el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, John Kirby, en una rueda de prensa celebrada en la misma jornada.

De igual manera, urgió a las autoridades turcas a defender los valores de la democracia universal además de la libertad de expresión.

Richard Moore, embajador del Reino Unido en Turquía.

 

Por su parte, Richard Moore, embajador del Reino Unido en Turquía, en un comunicado expresó su profunda preocupación por los informes sobre esos académicos que son objetos de investigación y detención solo por expresar su opinión sobre el conflicto en desarrollo en la región suroriental de su país.

“La libertad de expresión es vital en una sociedad democrática y en especial en (el sector de la) educación, que incluye el derecho a expresar puntos de vista en algo que pensamos es erróneo”, aseveró el diplomático británico.

Cabe recordar que el viernes, el alcalde de la capital turca, Ankara, İbrahim Melih Gökçek, rechazó las declaraciones del embajador de EE.UU., John Bass, sobre la detención de varios académicos en Turquía gritándole: “O pide disculpas o sale de nuestro país”.

Además, el pasado miércoles, Sedat Peker, un conocido líder del crimen organizado turco, amenazó con “derramar la sangre” de los académicos que pidieron a Ankara poner fin al conflicto en el sureste del país.

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