El sufrimiento de niños migrantes por la separación de sus padres en Estados Unidos, no ha sido factor para que otras familias desistan en querer ingresar a ese país.
Son principalmente familias provenientes de México o Centroamérica que están huyendo de las pandillas o del crimen organizado, que se ha apoderado de sus ciudades.
José junto con su esposa y tres hijos provienen del occidente de México, conocen de los riesgos al cruzar a Estados Unidos, pero es mejor estar separados un tiempo que vivir con miedo en el estado de Guerrero.
Un nuevo obstáculo es que las familias ya no están siendo recibidas de manera inmediata por las autoridades migratorias de Estados Unidos en la frontera con México, hay quienes tienen que esperar hasta un mes.
Los migrantes están dejando en claro que nada ni nada nadie los va a detener, ni Donald Trump ni sus políticas de “cero tolerancia” o la separación de familias, el objetivo para ellos es brindarles seguridad y un mejor nivel de vida para sus hijos.
Alberto Elenes, Tijuana.
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