“No habrá una ley con una sanción, pero los mexicanos y el consumo futuro de los mexicanos será el que logre valorar qué marcas son leales a la identidad nacional y cuáles no”, alertó el martes el secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo.
El titular se dirigía a las compañías del país azteca que figuran entre las 700 que hasta el momento han expresado su interés por asistir al polémico proyecto del presidente de EE.UU., Donald Trump, de separar las dos naciones con un muro, que además pretende obligar a México a pagar, aunque México lo descarta.
No habrá una ley con una sanción, pero los mexicanos y el consumo futuro de los mexicanos será el que logre valorar qué marcas son leales a la identidad nacional y cuáles no”, alertó el secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo.
En un evento con empresarios metalúrgicos, Guajardo sugirió a las empresas mexicanas que está en “sus propios intereses no participar en la construcción”, puesto que hacerlo minaría su prestigio en su propio país.
Previamente, el canciller de México, Luis Videgaray, había instado a las empresas mexicanas a pensárselo dos veces y anteponer los intereses nacionales antes de presentarse a las licitaciones para construir el muro de Trump.
"Es necesario que quien vea en este hecho una oportunidad económica haga un examen de conciencia, porque aquí no estamos hablando de una oportunidad económica, sino de un acto profundamente hostil entre dos naciones, y pensamos que ésta es una responsabilidad que nos incumbe a todos", advirtió Videgaray.
Ciertos entes internacionales están competiendo para materializar el controvertido plan del mandatario de Estados Unidos, del Partido Republicano. Una empresa bastante interesada en asumir la construcción es la israelí Magal, que tiene vasta experiencia en erigir cercas y muros de alta tecnología para el régimen israelí en las fronteras norteñas y sureñas de los territorios ocupados palestinos, además de la enorme barrera de separación que divide la ocupada Cisjordania.
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