A pie y a pesar del calor extremo que al mediodía alcanza los 50 grados centígrados, millones de musulmanes, en su mayoría chiíes, llegan a la ciudad iraquí de Nayaf, con el fin de participar en la gran peregrinación de Arbaín, jornada que marca el final de los 40 días de luto por el martirio del Imam Husein, el tercer Imam de los chiíes. Hecho ocurrido en el año 680 después de Cristo
Muchos llegan a Nayaf, donde está enterrado el Imam Ali, el padre del Imam Husein, para empezar desde allí la caminata de unos 80 kilómetros, hacia Karbala, ciudad donde se encuentra el mausoleo del Imam Husein.
A lo largo de la ruta, han instalado puestos que ofrecen a los peregrinos, comida, agua y refugio. En los pueblos, la gente mantiene sus puertas abiertas a cualquiera que necesite un lugar para descansar.
A pesar de que la peregrinación no es nada fácil, muchos recorren el camino en familia, con niños, e incluso con los ancianos.
El amor al Imam Husein es el que ha atraído a todas estas personas a Irak. Pero, según los peregrinos, esta concentración, también es una oportunidad que une a todo el mundo musulmán.
Maryam Seedi, Irak.