“Una de las bases atacadas por los norteamericanos ha sido en la frontera entre Siria e Irak. Ahí tenemos otra clave: no quieren que estos dos países árabes se unifiquen en la lucha contra los terroristas de Daesh, que son unos hijos de EE.UU. (…), que le sirven muy bien para justificar luego sus políticas”, ha indicado este martes el analista internacional José Egido en una entrevista concedida a la cadena HispanTV.
El analista ha dejado en claro que EE.UU., con “este ataque tan brutal” que llevó a cabo el domingo contra las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), “efectivamente lo que busca es mantener a Irak como un país, en realidad, con un gran déficit, con una gran fragilidad respecto a su unidad nacional”, que es una amenaza para el país norteamericano y “su política colonial”.
De acuerdo con Egido, el objetivo central que buscan las tropas norteamericanas en Irak es mantener la división entre el pueblo iraquí y sus facciones religiosas y étnicas, ya que así EE.UU. puede utilizar a Irak como un país para atacar a Siria y desestabilizar Irán y la región.
El experto ha confirmado que estos ataques, que se producen bajo un pretexto “farsante”, son una vía para empañar las relaciones Teherán-Bagdad, ya que, a su juicio, la línea Teherán, Bagdad, Damasco y Beirut “es la pesadilla de los norteamericanos”.
Reina un gran deseo de crear las mayores disidencias posibles entre los dos países, que comparten unas relaciones milenarias, y crear una guerra indefinida entre los pueblos hermanos de la región porque esa “sería la garantía del dominio norteamericano, israelí y de los árabes reaccionarios petroleros sobre esta región”, ha manifestado.
“No cabe duda que existe una gran agresividad ahora mismo, imperialista, norteamericana, contra Irán, y los norteamericanos van a tratar de golpear a todos los aliados que tenga Irán en la zona, porque no se atreve a atacar frontalmente a Irán, que es un país muy fuerte política y militarmente”, ha advertido.
Ante tal coyuntura, Egido ha subrayado que la palabra clave que puede neutralizar los planes de EE.UU. y sus aliados es la unidad dentro del propio país de Irak e Irak con sus vecinos, como son Siria e Irán.
Las Al-Hashad Al-Shabi, que forman parte de las Fuerzas Armadas iraquíes, han desempeñado un rol clave en la lucha contra el terrorismo y la derrota de la banda ultraviolenta EIIL (Daesh, en árabe), creada por varios países occidentales, en particular EE.UU.
Ante tal panorama, estas fuerzas populares son blanco de la postura hostil del Gobierno estadounidense, presidido por Donald Trump, que, de vez en cuando, bombardea sus posiciones y les ha impuesto, además, brutales sanciones.
Considerando que EE.UU. atacó las posiciones de las fuerzas populares iraquíes en Al-Qaim, una ciudad fronteriza desde donde los terroristas de Daesh se pasan de Siria a Irak, todo parece apuntar a que, con el asalto, Washington pretendía reforzar a la banda takfirí.
Fuente: HispanTV Noticias
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