En su informe de este martes, la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Irak (UNAMI, por sus siglas en inglés) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) piden a las autoridades iraquíes que preserven estos lugares para poder obtener pruebas de los crímenes extremistas y dar respuestas a las familias de los desaparecidos.
Además, en el documento la ONU advierte que “podría haber muchas más” fosas comunes como las descubiertas.
La agrupación terrorista llegó a dominar amplias áreas del norte y del oeste de Irak desde que irrumpiera en el país árabe a mediados de 2014, controlando así un territorio de siete millones de habitantes, tan grande como Italia, a caballo entre Irak y Siria. El mes de diciembre de 2017 perdió casi la totalidad de las zonas que controlaba.
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