“Las operaciones de seguridad de las tropas iraquíes seguirán sin enfrentamientos armados en la provincia de Kirkuk. El Ejército iraquí está decidido a continuar con sus operaciones hasta liberar todas las zonas en disputa en esta zona”, ha asegurado la Cartera iraquí en un comunicado.
Afirma también que “las tropas participantes en tales operaciones, pese a todos los rumores, son iraquíes, mientras que los miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, en kurdo), camuflados entre las fuerzas kurdas desplegadas dentro y cerca de Kirkuk, son extranjeros y deben salir del territorio iraquí”.
Las operaciones de las fuerzas iraquíes en Kirkuk no significan “una declaración de guerra” contra los kurdos, sino que buscan recuperar de los combatientes kurdos el dominio de la urbe y obligar a las autoridades kurdas a sentarse a la mesa de diálogo, ha subrayado.
Las operaciones de seguridad de las tropas iraquíes seguirán sin enfrentamientos armados en la provincia de Kirkuk, y el Ejército iraquí está decidido a continuar con sus operaciones hasta liberar todas las zonas en disputa en esta zona”, ha asegurado el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irak.
La provincia de Kirkuk, una de las zonas en disputa más sensible de Irak, alberga el 10 por ciento de las reservas petroleras del país. Además de kurdos, en Kirkuk viven árabes y turcomanos que se sienten discriminados ante el avance kurdo.
Desde la invasión de EE.UU. a Irak y la caída del dictador Saddam Husein en 2003, los kurdos controlan Kirkuk y áreas de Nínive (norte), Diyala y Salah al-Din (al norte de la capital, Bagdad), que se sitúan fuera de las tres provincias del norte del país árabe que forman la región semiautónoma del Kurdistán.
Las nuevas zonas en disputa fueron tomadas por combatientes kurdos (Peshmerga) en 2014, aprovechando el caos causado por la ofensiva del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
Este lunes, las fuerzas iraquíes, sin que se produjeran enfrentamientos con las fuerzas kurdas Peshmerga, han recuperado el yacimiento de gas y crudo de Baba Gurgur, las oficinas de la empresa estatal petrolera, los cruces Jalid y Mariam Beik en Kirkuk, de acuerdo con medios locales.
El avance de las tropas iraquíes tiene lugar un día después de las fracasadas conversaciones en que líderes kurdos rechazaron las demandas del Gobierno iraquí de anular el resultado del referéndum separatista, celebrado el 25 de septiembre, en la que el sí salió victorioso, aunque recibió el rechazo de la comunidad internacional que se opone a una eventual separación de esta región semitautónoma de Irak.
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