Según la televisión iraquí, Haidar al-Abadi ha insistido este martes en que las relaciones de Bagdad con el vecino del norte, Turquía, no podrán “avanzar ni un paso” sin la retirada de las fuerzas turcas de un campamento en el norte de Irak, recoge la agencia británica Reuters.
El sábado, el primer ministro turco, Binali Yildirim, realizó una visita oficial de dos días a Irak y se reunió en Bagdad (la capital) con su homólogo iraquí, en un intento por mejorar las tensas y frías relaciones bilaterales.
Durante la reunión, ambas partes acordaron la retirada de los soldados del Ejército turco de la base ubicada en la localidad de Bashiqa, próxima a la ciudad septentrional de Mosul, en manos del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
De acuerdo con lo que afirmó entonces el jefe del Gobierno iraquí, también se acordó la política de “buena vecindad” y “no interferir en los asuntos internos de ambos países”.
Sin embargo, un funcionario turco declaró el lunes al diario Hurriyet que su país no retirará sus tropas del referido campo militar hasta que no terminen las actuales operaciones encaminadas a liberar Mosul, la capital de la norteña provincia de Nínive.
“Hay un acuerdo verbal y la Administración iraquí es consciente de que nuestras tropas no son permanentes allí, pero tienen que considerar la opinión pública en Irak”, señaló la fuente, agregando que las partes no firmaron ningún acuerdo al respecto.
Las relaciones entre Turquía e Irak se han enfriado después de que el Ejército turco desplegara, en diciembre de 2015, un contingente militar en la referida base, so pretexto de entrenar a las fuerzas locales en su lucha contra Daesh.
Desde un principio, Bagdad ha exigido la salida de todas las tropas turcas de su territorio, pero Ankara solo ha trasladado parte de sus tropas, mientras que cierto número de soldados aun siguen en la base.
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