En duros enfrentamientos con los llamados “chalecos amarillos”, la Policía antidisturbios francesa ha lanzado gases lacrimógenos en París, la capital, y otras grandes ciudades contra los miles de indignados en un esfuerzo por dispersarlos. Se han producido 950 detenciones y ha habido un saldo de 30 heridos.
Según ha confirmado la Policía gala, el número de detenidos en la capitalina francesa llegó a 615, al menos 500 están bajo custodia policial.
Las manifestaciones de los “chalecos amarillos” comenzaron el 17 de noviembre en contra del aumento del precio del combustible y el costo de la vida. En esa primera jornada murieron dos personas. Desde entonces el movimiento no ha hecho sino crecer hasta convertirse en una marea de protestas diarias contra la política del presidente francés, Emmanuel Macron.
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