La protesta iba a ser una expresión de apoyo de la ciudadanía a la aprobación de una ley, que permitiría el retiro anticipado de fondos de pensión, como contramedida a la crisis económica derivada de la pandemia.
Sin embargo, en barrios periféricos de Santiago, se convirtió en barricadas, saqueos y ataques a cuarteles de policía. En total, las autoridades contabilizaron 61 detenidos.
La ley de pensiones, actualmente en debate en el Congreso de Chile, tiene el apoyo del 83 % de los chilenos, según una encuesta, en momentos en que se prevé que el PIB de Chile registre una caída del 7.5 % a consecuencia del coronavirus.
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